Garagoikoa blogean Iñaki Eizmediren gomendio hauek agertzen dira, oraindik euskaraz ez dakiten gurasoentzat:

Vivimos en una sociedad plurilingüe. En nuestra comunidad conviven dos idiomas oficiales (euskera y castellano), pero, hoy día, dentro de la comunidad autónoma vasca se hablan más de 100 idiomas. Nuestros hijos e hijas deben conocer esta realidad y les podemos ayudar para que vivan el plurilingüismo de una manera natural y positiva.
 
¿Es bueno saber más de un idioma? ¿Es bueno ser plurilingüe?

Sin ninguna duda es bueno ser plurilingüe. Las ventajas son muchas. Por ejemplo:

• Podemos comunicarnos con mucha más gente si sabemos más de un idioma.

• Quien sabe más de un idioma tiene más facilidad para aprender otros.

• Podemos optar a más tipos de trabajo y en más sitios.

En cambio, las desventajas son casi nulas y anecdóticas:

• La tendencia es que los que desde su nacimiento están escuchando más de un idioma empiezan a hablar más tarde (la diferencia es pequeña).

• Las personas plurilingües tienen más puntas de lengua (que cueste encontrar una palabra concreta en una conversación).

Además, es muy importante tener en cuenta que los idiomas se suman, no se restan: quien sabe más de un idioma puede saber más de cada uno de ellos que quien sólo sabe un idioma.

Primer objetivo: Bilingüismo equilibrado

Una cosa es saber más de un idioma y otra es dominarlos bien. Debemos conseguir que nuestros hijos e hijas dominen bien el euskera y el castellano, y, a partirde ahí, ayudarles a que aprendan más idiomas. El uso es lo más importante para que los niños y niñas aprendan los idiomas, que usen lo suficiente cada uno de los idiomas que les queramos transmitir. La escuela es la principal institución para que aprendan las lenguas oficiales, pero tiene limitaciones para garantizar el uso suficiente del euskera que nos acerque a un bilingüismo equilibrado.

Límites de la escuela

Menos de la mitad de los días del año son días de escuela, y en esos días la mayoría de las horas los niños y niñas no están en el aula. Por lo tanto, los límites son evidentes. Si sólo utilizan euskera en la escuela, el nivel de euskera será bastante bueno pero cuando terminen la enseñanza obligatoria lo más probable es que dominen mejor el castellano que el euskera.

¿Cómo ayudarles a ser bilingües?

Lo mejor, sin duda, es ofrecerles euskera desde casa. Cuando el padre o la madre sabe euskera y el otro no, cada uno puede transmitir su idioma. Si no sabemos euskera, tenemos que ofrecerles ámbitos de uso, sobre todo en las actividades extraescolares. Con las actividades extraescolares podemos garantizar el aumento del uso del euskera. Además, podemos transmitirles una buena relación hacia el euskera. No saber euskera no significa que lo veamos como algo extraño: podemos ver juntos dibujos en euskera, buscar libros, utilizar cada vez más frases cotidianas en euskera, aprender canciones de juegos infantiles… Con poco esfuerzo podemos transmitir actitudes muy positivas hacia el idioma.

¿Modelos trilingües?

La educación tiende cada vez más a modelos trilingües: euskera, castellano e inglés. En principio, eso no es una dificultad para los niños y niñas nos acerca al trilingüismo ¿Cuál puede ser el único inconveniente? Que si antes la escuela tenía límites para garantizar un bilingüismo equilibrado real, quitándole horas al euskera no nos acercamos más a ese objetivo ni al objetivo de un trilingüismo real.

¿Cómo superar esas limitaciones? Un camino muy eficaz sería ofreciéndoles ámbitos de uso de euskera como las actividades extraescolares. Si garantizamos que la mayoría de las actividades son en euskera y se utilizan metodologías adecuadas para fomentar el uso, el camino hacia ese trilingüismo será mucho más eficaz.

¿Y cuando el idioma de casa no es el euskera ni el castellano?

Cuantos más idiomas puedan aprender nuestros hijos e hijas mucho mejor. Los niños y niñas empiezan a aprender los idiomas desde el uso. Si en casa hablamos otros idiomas, es bueno y recomendable transmitirles esos idiomas y que la comunidad les transmita el euskera y el castellano (y el inglés): no pierden nada y ganan mucho.